martes, 8 de enero de 2008

Paradiso - Visita a Caraz - Chiclín II

Al terminar la Misa, el padre Walter anunció la entrega de presentes a la salida del pequeño templo.

Sólo puedo recordar este momento (en las afueras del templo y repartiendo los presentes) como el de una celebración.

Cuando pueda tener las fotos de aquel día y las cuelgue me entenderán...

Pareciera que exagero...ojalá no lo tomen así.
Había dicha.
Lo poquito que se pudo entregar era recibido con amor.
¿Sueno meloso? quisiera encontrar otras palabras, pero no hay otras.
Creo que estoy yendo al punto.

El momento de las fotografías fue más que grato.
No sólo sabíamos que nos "llevábamos recuerdos de una linda experiencia"...
...también era una forma de "estar junto" a gente entrañable.
Amigos que sólo habíamos visto una hora antes y con quiénes no pudimos conversar pues la mayoría hablaba quechua....

Antes de salir de viaje, conversábamos que, esta experiencia iba a ser especial pues, "venía con reto".
Así no pudiésemos conversar fluídamente con los hermanos, la tarea hermosa era ser, un poquitito, instrumento de su Paz.
Esperamos en la Misericordia de nuestro Señor que haya trascendido, Él mismo, estas carencias y la bendición haya llegado donde tenía que llegar.

2 comentarios:

JC dijo...

Muy bonito tu blog, no sólo te limitas a relatar lo ocurrido, sino que haces mayor destaque a tus emociones y pensamientos. ¡Tienes alma de poeta, mi estimado Raulito! Claro que veces puedes rayarte al escribir, pero los que te conocemos sabemos que esa es tu forma de ser. Una sugerencia: sería interesante (aunque no necesario) si publicaras un mapa de la zona, para poder visualizar el recorrido que hicieron.

Anónimo dijo...

Realmente leerte hace que reviva la experiencia del fin de semana, cuanto amor amigo!... ha sido lo máximo descubrir que Dios habla en el silencio de nuestro corazón y se manifiesta en las miradas de tantas personas... Sentir en el abrazo del hermano la presencia real de Nuestro Buen Papá!!!
No sé tú pero como que se me hace algo raro en el pecho y siento que tengo una deuda imposible de pagar por tanta gracia...